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ToggleUno de los síntomas que pueden presentarse al permanecer de pie durante largos períodos de tiempo o, al contrario, tras pasar demasiadas horas sentados ante un escritorio son las piernas pesadas al final del día.
Es una sensación incómoda que, aunque no se asocie con consecuencia para nuestra salud, puede ser responsable de generarnos molestias.
Es por este motivo que una gran cantidad de personas se preguntan a menudo cómo aliviar las piernas cansadas.
Las piernas cansadas se caracterizan por una circulación más lenta de retorno de la sangre al corazón, siendo uno de los trastornos más comunes del sistema vascular que afecta a aproximadamente el 50% de los adultos.
En España, es más frecuente en mujeres (64%) que en hombres (36%); la media de edad global es de 52,3 años.
La molesta sensación de tener las piernas pesadas o doloridas es principalmente consecuencia de problemas circulatorios.
La falta de movimiento al estar muchas horas seguidas sentados o de pie y/o el aumento de nuestro peso corporal pueden provocar que la sangre se estanque en las extremidades inferiores.
Cuando permanecemos quietos durante mucho tiempo seguido sin realizar ningún tipo de actividad muscular, se dificulta la circulación sanguínea, sobre todo en las zonas más periféricas, como son los pies.
Entre los factores de riesgo habituales, presentes en un 82% de los casos, destacan el sedentarismo, los antecedentes familiares y el sobrepeso.
El embarazo también puede desencadenar hinchazón en las piernas y sensación de pesadez que suele estar causada por las hormonas, la retención de líquidos o el aumento de la presión en las venas. Esto puede provocar también calambres o varices.
Además, en el sexo femenino influyen los embarazos y en el sexo masculino el factor más relevante es la obesidad.
En algunos casos también se puede observar una hinchazón alrededor de los tobillos y pantorrillas, generando un aumento del diámetro y volumen en la parte inferior de la pierna.
Uno de los mejores remedios, que además gustará a aquellas personas más activas, aunque es un excelente consejo para todas, es hacer ejercicio físico.
Sobre todo, para el caso que nos ocupa, se buscan ejercicios que favorezcan el movimiento de las piernas, que es lo que va a activar y a facilitar la circulación de la sangre.
Por ejemplo, basta practicar una actividad tan sencilla y accesible como andar durante un rato todos los días.
Además, si disponemos de más tiempo y nuestra condición física nos lo permite, resultan actividades muy recomendadas también la natación, correr o montar en bicicleta.
Como ves, son ejercicios muy sencillos y aconsejables, no solo para mejorar el estado de nuestras piernas, sino para mantener nuestra salud general y prevenir el sedentarismo y todas sus consecuencias negativas.
Ponerse ropa demasiado apretada al cuerpo es una de las costumbres de las que no solemos ser conscientes, pero que acaban por perjudicar nuestra circulación sanguínea.
Para evitarlo se recomienda el uso de prendas un poco holgadas, pues con ellas la sangre puede fluir sin impedimentos por todo nuestro cuerpo.
En concreto, se recomienda evitar prendas como los pantalones demasiado apretados, las fajas, los cinturones o las medias con un elástico muy estrecho.
Para ayudar a nuestras piernas puedes realizar estos sencillos ejercicios durante tu jornada de trabajo o al llegar a casa:
Otra acción muy recomendada, a la vez que sencilla, consiste en echar agua fría en las piernas y es mejor hacerlo de abajo hacia arriba.
Este simple gesto va a servir para favorecer la circulación de la sangre.
Además, si en tu caso notas también sensación de cansancio o cosquilleo, puedes recurrir a los masajes, siempre siguiendo un sentido ascendente para ayudar al retorno de la sangre.
Un exceso de sal en la dieta empeora la retención de líquidos y por tanto, agrava posibles edemas (hinchazón) en las piernas.
Aunque normalmente no lo tenemos muy en cuenta, el simple hecho de hidratarnos bien va a ayudar de manera considerable a la circulación de nuestra sangre.
Las recomendaciones más extendidas señalan la necesidad de consumir entre 1,5 y 2 litros de agua cada día.
Un masaje suele ser la mejor opción para aliviar la fatiga en la piernas y favorecer la circulación de la sangre realizando movimientos circulares, además te ayudará a relajarte.
Para realizarlo se pueden utilizar aceites vegetales, como el aceite de árnica.
El aceite de árnica se utiliza a menudo para el malestar, ya no solo en piernas cansadas y doloridas, sino en cualquier parte del cuerpo ayudando a evitar también la aparición de moretones ante un golpe.
Activa la microcirculación cutánea, contribuyendo a la tonificación y suavidad de la piel.
Es por esto que su uso en aceite para masajear e hidratar las piernas cansadas es tan beneficioso.
Impregna tus manos y, desde el tobillo con las dos manos, haz masajes ascendentes y firmes hasta la rodilla al menos 10 veces.
Luego hazlo desde la rodilla hasta el muslo otras 10 veces.
Repite en la otra pierna.
También podemos ayudar nuestro cuidado, desde el interior tomando un complemento alimenticio natural con Aquilea Piernas Ligeras mejorarás la sensación de cansancio y la pesadez.
Siente tus piernas más ligeras y frescas, gracias a la combinación de Bioflavonoides (Diosmina, Rutina, Hesperidina) y plantas como el Rusco y el Cataño de Indias y Vitamina C.
El Rusco ayuda a revitalizar, refrescar y aporta sensación de ligereza en las piernas de forma natural
El Castaño de Indias ayuda a reducir la sensación de pesadez en las piernas y a mantener la circulación venosa normal.
La vitamina C contribuye a la formación normal de colágeno para el funcionamiento normal de los vasos sanguíneos.
Helps Piernas Cansadas es una infusión saludable 100% natural que favorece la circulación y ayuda a reducir el malestar y pesadez de las piernas.
Solo un pequeño pensamiento positivo en la mañana puede cambiar todo el día.
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